domingo, 6 de diciembre de 2009


Sucede algunas noches, entre las luces de los carros y el humo del cigarro. Mi mirada, perdida y vacía entre los susurros de mi mente. Aspiro el humo acompañado con el sentimiento de ausencia. Las pequeñas y titilantes luces lejanas fijan un punto a mi mirada. En los minutos breves del éxtasis, contemplo un mundo vació. Contengo el aire que desea escapar. Me detengo inerte, pensante en motivos irracionales. Sostengo con fuerza los recuerdos que se enmarcan en la historia sin vida que a veces me engaña. Es cuando una idea vacilante llega a mi mente. Se apaga el fuego y el humo se desvanece recordándome que es tan solo una noche más de las muchas que han de llegar.

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