sábado, 9 de enero de 2010

Diario del eterno pensante…///…pagina 6

Interrumpió mi oyente, -ustedes dos se sentían muy a gusto con esta situación, ¿nunca llegaron a decirse nada?-
A gusto con ello, en mi pensar diría que sí, al recordar esas noches siento a veces nostalgia, quisiera volver a pasar una noche así, sin nada de sexo, solo cariño, y en lo que respecta a hablar sobre ello solo te puedo decir que determinamos que nos gustaba como transcurrían las noches, una vez entre lagrimas por la incertidumbre escuché un estruendo de su voz, me reprochó el hecho de estar llorando, me decía que si yo no notaba que sí le gustaba nuestra unión, dormir conmigo y amanecer abrazados, y es que acaso yo no entendía que eso lo hacía porque quería y no por obligación.
Esa fue una de las cosas que me llevó a pensar que lo que hacíamos ya no tenía ningún tipo de restricción, a veces cuando dormíamos juntos me levantaba con ánimos de abrazarlo, de quererlo como me estaba enseñando a hacer, ahora cada vez que nos acostábamos yo solía acariciar su cabello, me gustaba, incluso, lo habría de secar después del baño, él ahí sentado a la orilla de la cama y yo sosteniendo el paño para secar su cabello húmedo, parecía un niño cuando yo hacía esto.
En fin, el tiempo fue pasando, duramos como aproximadamente tres meses en esta situación, se había mudado por un breve periodo a mi casa por así decirlo, mi familia aceptó su presencia, era una persona más en la familia, claro que para ese entonces ninguno de los que nos rodeaba sabían con exactitud lo que hacíamos y para mí era grata su presencia en mi casa e incluso en mi cama.
Recuerdo una tarde, esa fue la que más se mantuvo en mi mente hasta el día de hoy, nos habíamos acostados, yo estaba en su pecho y él mantenía su mano en la mía, al rato, me dio un fuerte abrazo, me preguntó que por qué estaba inseguro, eso era lo que él sentía de mí, yo me quede sin palabras, no supe que responder y le dije que no estaba inseguro, pero al yo pensarlo mejor, descubrí que sí, tal vez una pequeña parte de mí comenzaba a sentir inseguridad, pero no por algo malo, sino por nosotros, ¿qué podría surgir de aquello?, ¿qué podríamos hacer para que nada opacara lo que hasta los momentos habíamos hecho?, mi inseguridad estaba en pensar si era esto lo que yo quería, lo que quería que fuese mi futuro, estar siempre con él, juntos, queriéndonos o acostados en una misma cama, no sé por qué no veía esto para nosotros, le pregunté si siempre sería así nuestras vidas de ahora en adelante, si haríamos esto por muchos años y él me respondió que sí, sí sería algo que duraría por mucho tiempo en nosotros.
Al escucharlo, parte de mí se calmó, me acosté en su pecho, él veía una película y yo decidí dormir, lo que me despertó, fue un beso, una caricia hecha a mi cabello, dicen que los besos son formas de expresar sentimientos, no todos dicen o expresan lo mismo, ese beso en mi cabello junto a aquella caricia solo me hizo ver que así como él era especial para mí, yo lo era para él y dio paso a que la inseguridad que él sintió de mi desapareciera por un buen tiempo.

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