viernes, 26 de febrero de 2010

diario del eterno pensante...///.... pag. 15

En fin, como veras, cada vez que sucedió esto era más descontrolado, ahora si había un placer en mí al besar sus labios, lo quería hacer, quería olvidarme de todo y disfrutar el momento, el porqué, es simple, nos gustaba hacerlo, eso era todo lo que nos decíamos, pero llegó el momento de que el orden llegara a nuestras vidas.

Llegó mi cumpleaños, por supuesto no podía faltar su presencia, ni la del alcohol, pero la noche se desenvolvió normal, hasta que al final mi conciencia se esfumó de mí por tanto alcohol que ingerí, y sin pensarlo entramos a mi cuarto, y le pedí mi regalo, mi deseo de cumpleaños, este consistía en cuatro besos, y tal parece que aceptó darme ese regalo…

En esta ocasión no puedo contar con exactitud lo ocurrido, créeme cuando te digo que no recuerdo nada de esa noche, hasta los momentos no puedo tener en mi mente algo claro de lo que pasó…

“Entonces ¿cómo sabes que sucedió esa vez?”

Es simple, a la mañana siguiente me levanté junto a esa persona que decidió darme tal regalo, es algo ególatra de su parte el considerarlo así, pero tal parece que eso fue lo que yo quise, en fin, mi madre me preguntó el motivo por el cual nos habíamos encerrado en el cuarto a lo que en asombro le respondí que no tenia ni idea de que eso había pasado, así que le escribí para verificar si lo que me había dicho era verdad y por mensaje me respondió con un sí, que eso había sido verdad, al rato llegó a mi casa y pidió hablar conmigo, me dijo que a su pensar esta situación había dejado de ser un juego, que yo incluso quería acostarle en mi cama, y eso le espantó, me pidió que hasta ese día dejáramos ese juego que cada vez se hacía más turbio, su miedo a que nos descubriesen era grande así que no quería que eso pasara, y yo entre la pena acepté su nueva regla, de ahora en adelante deberíamos dejar de hacer aquello que en cuestión nos inducía el alcohol.

“¿Entonces hasta ese día dejo de ocurrir aquello? ¿Tuvieron miedo de que fuesen descubiertos y dejaron atrás todo?

Eso te será respondido mas adelante, ahora solo me remitiré a contarte esta parte, luego de ese día todo siguió normal, fuimos descubriendo cosas que ni nosotros mismos sabíamos; fuimos capaces de sentir placer por otros motivos sin tener que abundar en el hecho de besarnos, cada día que pasó a continuación fueron llenados de experiencias nuevas que ahora solo guardo en mi memoria.

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